La ciudad que soñamos

En la Ciudad de Guatemala habitamos más de 2 millones quinientos mil personas, de acuerdo a la Plataforma Urbana y de Ciudades de América Latina y el Caribe; somos más de 2 millones de historias y vidas habitando un territorio diverso y plural.

La Ciudad de Guatemala son muchas ciudades en una misma. La experiencia de habitar y transitar el asentamiento Nuevo Amanecer en los alrededores del relleno sanitario dista mucho de aquella que sucede en el barrio Santa Marta cercana a la Avenida Cementerio, a pesar de la cercanía que las une. Esta distancia es más evidente en otros lugares y territorios dentro de la misma ciudad, como aquellas colonias cerradas o grandes edificios de apartamentos con vistas a los barrancos y montañas que rodean el perímetro urbano.  

Cada “pequeña ciudad” de la Ciudad de Guatemala es un territorio con dinámicas y desafíos propios; y muchos otros compartidos.  Para nadie en esta ciudad es un secreto que el agua, la movilidad y la seguridad son temas que afectan y atraviesan nuestra cotidianidad. Vivir sin agua, con miedo y gastando altas cantidades de tiempo en la movilización no es la ciudad que soñamos. A pesar de estas realidades adversas, prisa y el despojo del sentido de comunidad que pareciera imperar en la urbanidad, fomentado por un sistema que no permite ni da cabida a una ciudadanía crítica, aquí todavía hay espacio para la desobediencia y la participación.

Una ciudad para todas las personas es un espacio que nos permite habitar nuestros barrios y comunidades desde el encuentro, un territorio con parques y espacios de ocio que no deban ser encerrados en garitas y donde la seguridad se vea reflejada en la confianza entre sus habitantes y con nuestras autoridades. En la ciudad que soñamos el trabajo es solo una de las muchas esferas de nuestra vida que fortalece al bien común. La ciudad que soñamos es una apuesta política por un espacio urbano público, abierto y accesible. 

Para lograr la ciudad que soñamos es importante redefinir nuestros comunes en sociedad, entendiendo estos como las relaciones sociales que nos permiten una vida con condiciones dignas para existir.  Desde el I25A hemos llegado a la certeza que la fuerza popular es la que nos encamina hacia el horizonte en el cual nuestros recursos vitales como agua, viviendas, movilidad y trabajos dignos son derechos de luchas ganadas y no privilegios racionados. Nuestros comunes incluyen tanto a los sectores populares como a las autoridades municipales y gubernamentales, que tienen la honorable responsabilidad de cuidar y velar por nuestro bienestar ciudadano.

Hoy 25 de abril, en el Instituto 25A recordamos y sostenemos nuestra apuesta política por una Ciudad de Guatemala que garantice condiciones de vida digna para todas las personas que la habitamos y transitamos. Hace nueve años, esa primera gran manifestación anticorrupción en Ciudad de Guatemala inspiró el nombre y misión de nuestra organización; y hoy, conmemorar la fecha nos llena de esperanza y fuerza política, a la vez que nos recuerda el camino recorrido por otros y otras, y que hoy transitamos en colectividad.

La ciudad que soñamos la construiremos de la mano de vecinos, vecinas, organizaciones y representantes y autoridades. Inspiradas en nuestro sueño colectivo, en el I25A cada año realizamos nuestro festival barrial Bienvenida Primavera para recordar ese 25 de abril de 2015 que nos inspiró y motiva a que más personas se unan al sueño colectivo de organización en la ciudad. Este año el festival llega a los barrios de la ciudad.  ¡Encontrémonos  y platiquemos!

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Forastera

Al hablar de territorio, cuando pregunto de dónde son originarias mis amigas y amigos, la gran mayoría responde que crecieron en la ciudad, pero su madre, padre o abuelos se fueron asentando conforme las necesidades o emergencias les dictaba. Otras historias que he conocido, son de personas que están de paso, como yo.