La organización a la que pertenece detectó poca participación de mujeres en el boxeo, y para hacer crecer este deporte, se enfocaron en campañas de sensibilización en temas de género para mujeres, entrenadores y dirigentes deportivos. Conversamos con ella para conocer más sobre el trabajo que realizan.
¿Cuáles son los ejes de trabajo principales de JXC? Migración y derechos humanos. Incluimos los temas migratorios porque estamos ubicados en una región fronteriza. Tenemos otros ejes como pueblos indígenas, medio ambiente, cultura, deportes, salud integral y equidad de género.
Son ejes que manejamos y se complementan entre sí. Por el país en que vivimos y la sociedad con la que trabajamos, buscamos soluciones a esas problemáticas.
¿Cómo vinculan el deporte con el enfoque de género? Involucramos a hombres y mujeres desde pequeños para que puedan integrarse en el deporte que nosotras trabajamos que es el boxeo. Nuestro objetivo es que se involucren en la práctica del deporte y que tengan un uso sano de su tiempo libre.
También que las mujeres puedan identificarse con el boxeo y se sumen a este deporte, para que se sientan seguras y puedan fortalecer todas sus capacidades.
¿Qué han identificado en las mujeres atletas en aspectos como la salud menstrual? Estamos haciendo un diagnóstico inicial sobre la salud menstrual en los deportes y específicamente en el boxeo. Identificamos que la mayoría de mujeres al momento de ingresar a un deporte no cuentan con suficiente educación y no tienen confianza para hablar sobre lo que pasa con ellas durante su período, especialmente si el entrenador es hombre.
¿Qué harán con toda esa información? La finalidad de esto es poder crear una guía de entrenamiento deportivo para mujeres durante su periodo menstrual. Luego de ese diagnóstico la idea es implementar un proyecto que se llame “Sin miedo al Cambio”, para que las mujeres no tengan ese miedo a los cambios que son normales en nuestro cuerpo.
Buscamos que los entrenadores y dirigentes deportivos estén sensibilizados y capacitados para que no lo tomen como algo sucio o algo feo de lo que no se tiene que hablar.
¿Quiénes son las personas más estigmatizadas por practicar boxeo? Sabemos que las mujeres y los niños han sido estigmatizados al involucrarse en el boxeo. Los papás les dicen que para qué van a entrenar si allí “solo van a pegar” o que “si les gusta que les peguen mejor les pegan ellos”.
La sociedad te etiqueta, te dice que si entrenas boxeo es porque eres lesbiana, porque eres marimacho, porque no te gusta ser mujer. Son situaciones que uno empieza a enfrentar y si las vas trabajando a través de empoderarse y conocerse, se puede vencer. A raíz de esto nace el proyecto “Un round más por el cambio”.
¿De qué trata? La idea es sensibilizar a los padres, entrenadores, dirigentes deportivos, niñez y mujeres para que se involucren en el deporte y en otros temas para fortalecer sus áreas sociales. Queremos que sean empáticos con las problemáticas que ocurren en la sociedad y puedan involucrarse para resolver esas situaciones.
¿Cómo combinan educación y deportes de una forma más integral? Promovemos e incentivamos a las juventudes para que continúen con sus estudios. Queremos llevar de la mano lo educativo, lo deportivo y lo social para que ellos puedan generar más espacios. Sabemos que en Guatemala vivimos con mucho analfabetismo y muchas situaciones y, a través de un deporte, podemos darles acceso a educación integral para que puedan desarrollarse.
¿Cuáles son sus actuales y futuros aliados estratégicos? Lo que estamos haciendo es involucrarnos con diferentes actores clave como la Federación Nacional de Boxeo. A través de convenios colaborativos que hacemos con ellos, podemos hacer que más mujeres sean entrenadoras, juezas, árbitros, dirigentes deportivas y boxeadoras. Para crear estos espacios es muy importante tener incidencia y acercamientos. El año pasado pudimos involucrar a varias mujeres y actualmente hay tres mujeres entrenadoras a las que apoyamos con los cursos