Joviel Acevedo, el salvador de “las jovielas y los jovieles”

El líder sindical, Joviel Acevedo, aceptó una entrevista bajo la condición de que fuera frente a sus compañeros. Esto sucedió:
Joviel Acevedo durante la entrevista en la casa El Maestro. Foto: Javier Estrada.

La rosca de poder de Joviel Acevedo Ayala es un grupo de cerca de 70 sindicalistas quienes le aseguran su permanencia en la dirección del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG). Buscamos una entrevista con el líder sindical. Solo aceptó hablar si la entrevista era frente a 30 de esas personas, a las que llama “jovieles y jovielas”. 

En el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala está la casa ‘El Maestro’. Es una vieja construcción de dos niveles y arquitectura neoclásica. Su fachada está deteriorada por la suciedad y los grafitis, y una vieja puerta de madera es la entrada principal. Esa casa es el centro de operaciones donde Joviel Acevedo come, duerme y ejerce el sindicalismo.

El maestro que lleva una vida dedicada a la dirección sindical y que no tiene intención de volver a las aulas, accedió a conceder una entrevista en medio de la reunión que sostenía con una treintena de sindicalistas. 

Él les dice ‘jovieles’ y ‘jovielas’. Son parte de la estructura nacional que coordina las movilizaciones en tiempos de protestas y promueven su reelección dentro del sindicato. Son su círculo cercano, pero no tienen acceso a las reuniones de alto nivel con presidentes o a los encuentros con quienes dirijan el Ministerio de Educación (Mineduc). Solo son un grupo de choque:

“El ataque siempre ha sido Joviel Acevedo Ayala, pero aquí todos estos compañeros y compañeras son jovielas y jovieles Acevedo Ayala. Son los que dirigen (al sindicato en) los departamentos y municipios de la república, y yo soy un ejecutivo de ellos. Yo hago lo que ellos me dicen que debo ejecutar”.

Acevedo no tenía tiempo para sentarse en una mesa y conversar. Quiso tener la entrevista en ese mismo momento, a media reunión sindical. Con gritos, abucheos y burlas de sus seguidores como sonido de fondo. 

Desde el principio, Acevedo dijo que no tenía por qué responder preguntas. Y aseguró que le amparan la autonomía sindical y el Convenio 87-98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Convenio que, claro está, en ninguna parte dice que un servidor público está libre de la rendición de cuentas. Así que aclaró que respondería solo porque quería hacerlo y porque dice sufrir una persecución desde Quorum:

“Es una persecución que usted carga detrás de mí y detrás del sindicato. Quiero que lo graben bien: no va a hacer que este sindicato caiga o termine. Eso no va a pasar. Yo no voy a permitir esa persecución que usted carga detrás de mí”.

Casa El Maestro, sede del sindicato que dirige Joviel Acevedo.

La estrategia del miedo

El discurso de Joviel parece sacado de un manual totalitario. Todo se resume en que las y los maestros están en peligro, que el gobierno y la élite empresarial quieren cerrar el sindicato y acabar con el pacto colectivo. Y que, obviamente, él está allí para defenderlos. 

Hace click aquí para leer el borrador de pacto colectivo 2022.

Lo primero que hace es dibujar un escenario fatal para quienes le acompañan: el fin de los pactos colectivos de trabajo.

“La única forma en que los gobiernos y los empresarios ya no van a tener que sentarse a negociar con sindicatos la tienen en las manos los 160 diputados en el Congreso. Cuando (los diputados) decidan ya no ratificar el convenio 87-98 de la OIT, (entonces) se acabaron los sindicatos y se acabaron las negociaciones de los pactos, pero también sacarían a Guatemala del concierto de naciones de la ONU”.

La estrategia del miedo funciona. La sola idea de perder sus aumentos salariales angustia a cualquier persona y el dirigente sindical lo sabe. Así que repite una y otra vez que existe un riesgo de retroceder en derechos. 

Y sus seguidores le aplauden y asienten con la cabeza cuando él promete que les va a proteger.

Las cosas no son tan sencillas. Diversas organizaciones han cuestionado que si bien los aumentos salariales son necesarios para dignificar el trabajo, estos no han ido de la mano de una mejora en la calidad educativa. Este es el tipo de argumentos que no le gusta escuchar a Acevedo:

“Los tanques de pensamiento de la oligarquía de nuestro país, como Asies y CIEN, y otros, efectivamente establecen eso. Ellos lo que van protegiendo es no pagar impuestos y seguir evadiendo impuestos”, responde.

Además, insiste en que se seguirán negociando más pactos colectivos de condiciones de trabajo y advierte que ya están negociando uno nuevo:

“Nosotros vamos a sentarnos con los gobiernos que vengan mientras seamos el sindicato mayoritario, y cuando no lo seamos los gobiernos van a buscar con quien reunirse y llegar a acuerdos en cuanto a la educación pública y las relaciones con el magisterio. Pero para eso falta mucho”, apunta.

Maestras y maestros del sindicato a quienes Joviel se refiere como sus “jovieles y jovielas”.

Las “calenturas ajenas

Joviel Acevedo ha sido un aliado indiscutible de los gobiernos de turno. Su capacidad de movilizar al magisterio ha sido clave en varios momentos políticos. Por ejemplo, cuando el expresidente Jimmy Morales denunció el convenio que le dio vida a CICIG. Sumergido en la crisis política, Morales recurrió a Acevedo.

La respuesta que rebota el sindicalista es muy sencilla: “Y mire usted, ¿yo qué tengo que ver con la CICIG? Yo no voy a andar sudando calenturas ajenas de nadie, yo no voy a andarme metiendo en cosas que no me incumben. El sindicato no se está metiendo en situaciones que no le incumben”.

Aunque Acevedo intenta pasar del tema, lo cierto es que CICIG incomodó su poder. Durante una audiencia del caso Cooptación del Estado, que involucra a la cúpula del Partido Patriota, el colaborador eficaz, Juan Carlos Monzón, habló sobre la relación entre el sindicalista y el exmandatario Pérez Molina.

Acevedo evade la pregunta sobre quién remodeló la sede de su sindicato. Y dice que esa casa no le pertenece, sino que la usa en usufructo. No responde con claridad cómo, quién y con qué dinero se remodeló el lugar donde trabaja, pero donde también pasa muchos días y noches.

Además de la declaración que lo relaciona con la cúpula del Partido Patriota, CICIG había recibido una denuncia del Sindicato Autónomo Magisterial Guatemalteco (SAMG) para investigar a Acevedo. Ese mismo año el MP también allanó la sede de la casa El Maestro para secuestrar actas como parte de una investigación por falsificación de documentos. 

Al sindicalista se le pregunta por qué dice que no ‘suda calenturas ajenas’ y que sólo protesta cuando se trata de defender la educación pública, cuando él mismo ha reconocido ser un actor político.  Incluso, le prometió respaldo a Jimmy Morales en su primer año de gobierno.

“Nosotros le dijimos va a estar ahí, porque ahí vamos a estar nosotros. Vamos a trabajar juntos”, dijo Joviel Acevedo a Jimmy Morales, según Prensa Libre.

Joviel vuelve a evitar responder con claridad: “La (defensa de la) gobernabilidad y la institucionalidad de los estados son la obligación de todo ciudadano. No de Joviel Acevedo, ni del sindicato. La gobernabilidad y la estabilidad social nos compete a todas y todos.”

La peor pregunta

Alrededor de Joviel Acevedo hay muchas preguntas. Una de esas es cómo concilia su papel de dirigente sindical con su trabajo como maestro en la escuela ’20 de Octubre’, donde rara vez aparece y pocos le conocen. Su respuesta es muy sencilla:

“Este es mi trabajo. Yo tengo licencia sindical”.

La tranquilidad se termina y el tono de la conversación sube cuando se le plantea una pregunta más importante: ¿cuándo piensa retirarse como dirigente sindical y dejar el liderazgo a otras personas?

En ese momento, Joviel Acevedo hace una señal a los maestros y les permite (o les pide) gritar y abuchear al entrevistador para interrumpir la conversación. Gana tiempo para pensar en una respuesta pero termina respondiendo con una pregunta:

“¿Por qué no van al CACIF -la patronal-, a la Cámara de la Industria, a la Cámara de Comercio, a preguntarles por qué también ellos continúan en sus cargos; a los diputados o a los alcaldes que se reeligen?”, responde el sindicalista.

Joviel Acevedo ha dirigido el STEG durante casi 20 años y no tiene planes de dejar el cargo de secretario general. Asegura, como todo líder obsesionado con el poder, que va a ceder el liderazgo a otra persona cuando sus compañeros sindicalistas lo pidan.

Y solo entonces, tal vez, dice que podría regresar a dar clases a su escuela en Morales, Izabal.

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1 comentario
  1. Me alegra que haya abordado este tema. Ya es hora de que Joviel Acevedo deje de intimidar a los presidentes y manipular a maestros.

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