Abuela, hija y nieta: tres generaciones ante la amenaza de una mina

La conciencia ambiental, Jenifer la aprendió con su abuela y por el difícil acceso al agua que vivió cuando era niña. La mina Cerro Blanco ahora amenaza el medio ambiente en su comunidad y su forma de resistir es enseñarle a su hija e hijo a cuidar de la naturaleza.
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Jenifer Salazar, es una mamá de 37 años, que se dedica al comercio y es maestra de niños en la iglesia evangélica a la que asiste. Vive en la Aldea Tiucal, ubicada a 7 kilómetros de Asunción Mita, Jutiapa, donde la mina Cerro Blanco intenta obtener una licencia para operar a cielo abierto. 

Hace dos años la mina se volvió un tema de conversación en la comunidad de Jenifer.  En la fachada de la iglesia católica vió un afiche que decía “No a la mina” y en redes sociales le aparecían publicaciones que alertaban que el agua y ambiente de Tiucal están en riesgo.

“Yo decía, pero ¿por qué los quieren sacar sí ya tiempos que están y mucha gente está a favor de eso?”, dice Jenifer, parada en la tienda que está en la entrada de su casa. 

Los afiches sobre la contaminación que la mina podría provocar, le recordaron a Jenifer los consejos que le daba su abuela cuando ella era niña sobre el cuidado del ambiente y el agua. 

Recuerda que iba con su abuela a esperar a la par de la tubería que el agua llegara para agarrar un poco en tinajas y cargarlas a casa. 

“Teníamos que estar esperando el agua porque caía gotita por gotita. Es por eso que tenemos la consciencia de que la tenemos que cuidar, porque crecimos no teniéndola”, explica.

Tiucal es una aldea que luce un poco más verde que los poblados vecinos. La principal actividad económica es la agricultura pero desde que llegó el monocultivo de melón producen menos verduras y frutas. 

Tiene más de 3 mil habitantes y se caracteriza por organizarse de forma comunal, construyeron su propia cancha de fútbol, su salón comunal y su sistema de distribución de agua. Fue a partir de allí, de su propio esfuerzo, que lograron solucionar al menos un poco la carencia de agua.

El esfuerzo colectivo

Esa cultura colectiva persiste en Jenifer. Es activa en la escuela pública de primaria y en los temas del agua. Su preocupación por el medio ambiente la llevó a ser voluntaria en la consulta municipal de vecinos que se realizó en septiembre de 2022, en Asunción Mita. Los votos fueron 7 mil 481 en contra del funcionamiento de la mina, mientras 904 personas votaron a favor. 

Este compromiso con el medio ambiente también movió a Jenifer para sumarse a conocer Tiucal Arriba,  el lugar donde está el nacimiento del cual se distribuye agua a la aldea Tiucal. 

Con una sonrisa explica que el nacimiento está en la parte alta de la aldea, rodeado de abundante vegetación y agua limpia. Desde ese lugar se conecta la tubería hacia una bomba de tratamiento que distribuye el agua. 

“Los que estábamos ahí dijimos, no es posible que se vaya afectar este líquido vital ya que no en todos los lugares se tiene la bendición de contar con ello. Es un lugar muy lindo”, dice con los ojos brillosos.

Dentro de la información que Jenifer revisó se dio cuenta que la mina a cielo abierto podría contaminar las fuentes de agua. Además la tierra dejaría de ser fértil, por eso considera justo que la mina respete la decisión de la consulta de vecinos. 

A los vecinos y vecinas de Tiucal les preocupa perder esa fuente de agua natural, ellos crearon su propio sistema de tubería y comenzaron a regular el consumo. En todo esto no ha tenido intervención la municipalidad de Asunción Mita, son ellas y ellos mismos los que garantizan que toda la comunidad tenga agua potable.

Un futuro que cuidar

Jenifer confía en que la educación y el aprendizaje que las mamás y papás pueden dar a sus hijos  ayuda a preservar el medio ambiente. Así como en algún momento su abuela le enseñó sobre el cuidado del ambiente, ella le comparte a su hija información para que cuide lo que tienen en Tiucal.

Le emociona que su hija de 11 años también está aprendiendo que proteger la naturaleza es importante. El año pasado, para una tarea sobre el medio ambiente, la niña hizo  una maqueta con la frase “no a la minería”. Buscaron ideas juntas sobre el tema en internet pero fue su hija quien lo escogió.

“Ella veía los afiches y empezó a cuestionarse de qué se trataba y se dio cuenta que era contaminación a nuestro medio ambiente”, dice con una sonrisa.

Para Jenifer, la mina es como un cáncer y no está de acuerdo con que la enfermedad se expanda, por eso su posición es en contra de la minería.

“Acabábamos de salir de una pandemia tan dura, tan cruel. Y venir a hacer este proyecto a cielo abierto iba a ser un impacto devastador para muchos”, dice extendiendo sus brazos.

Este reportaje es parte de 

Un trabajo de Quorum (Guatemala), Alharaca y MalaYerba (El Salvador).

Gracias al apoyo de Free Press Unlimited.

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