“Estamos trabajando un… un apoyo hacia Semilla, ¿me entiendes? Y tenemos que hacerles un tipo de publicidad para el 28 de este mes”. Así comienza el mensaje de audio que entra el lunes 24 de julio de 2023 en el WhatsApp de Rodrigo, nombre ficticio para resguardar su identidad.
La voz que se escucha es de Henrry. Él le pide a Rodrigo que le ayude a conseguir a 19 personas LGBTIQ+ que puedan asistir a dos actividades, esa misma semana, para hacer una producción audiovisual, entre el 28 y 29 de julio, en la Ciudad de Guatemala y Antigua Guatemala.
Según Henrry, ambos eventos son para el partido Movimiento Semilla, que el próximo 20 de agosto participará en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
“Te quería consultar si tu me puedes conseguir a nueve chicos y diez chicas de la comunidad (personas de sexualidad e identidades diversas) para hacer la publicidad”, continúa Henrry, con tono amigable en su audio.
En su pedido, también resalta que quiere que se “mire la diversidad” y que haya bastante gente. Por aparte, dice que está haciendo playeras, gorras y volantes para repartir en esos eventos, y agrega que cada persona que participe en las actividades recibirá un pago.
Henrry también encarga la búsqueda de una fotógrafa y un fotógrafo, y varios accesorios, como pulseras y banderas. Pide una cotización final de los honorarios y precios, porque tiene que “avisar a la persona que está encargada del dinero”.
Parece una conversación, como cualquier otra, entre un cliente que quiere una cotización y una empresa de publicidad. Pero no es así.
El partido Movimiento Semilla asegura que, de su parte, no se contrató a nadie para organizar estas actividades sobre diversidad sexual o de género, de las que ni tenía conocimiento. Y lo más importante: ni siquiera tiene una agenda LGBTIQ+ en su plan de gobierno.
Entonces, ¿quién está detrás de esta actividad?
“Tengo que cuidar a mi gente”
Este era el plan de Henrry: “Vamos a hacer videos apoyando a Semilla. Vamos a tomarnos fotos con pancartas y todo eso. Lo que él nos indicó es que quería que se escuchara y se le viera su publicidad”.
¿A quién se refiere cuando dice él?
En diferentes ocasiones durante su conversación con Rodrigo, que consiste en varios mensajes de texto y audio durante un día, Henrry hace referencia a otras personas involucradas en la contratación, aunque no menciona sus nombres.
Según las cuentas en redes sociales de Henrry, él es DJ y este trabajo “por cuestiones de suerte y de la vida, (le) cayó” a él. En sus audios a veces utiliza la expresión “wey” y riéndose explica que se le pegó de “los mexicanos”. Luego hace referencia a que “el encargado” de las actividades no se mantiene en la Ciudad de Guatemala. Y por eso hay que aprovechar porque el martes 25 de julio “viene el encargado de todo lo que estamos realizando”. Le sugiere a Rodrigo tener una reunión para coordinar.
Rodrigo tiene varios años de trabajar con colectivos LGBTIQ+ y de organizar eventos, y con Henrry tienen amistades en común. Así que la solicitud no le causa sospecha y sigue la conversación para acordar los detalles. Eso sí, antes de llegar a un acuerdo final, Rodrigo pide que Henrry provea alguna confirmación o evidencia de que los eventos en realidad son del Movimiento Semilla.
“Nosotros estamos super contentos de poder participar, estoy agradecido que me hayas tomado en cuenta. Solo me gustaría saber, ¿de qué manera yo le puedo asegurar a la mara que de verdad la convocatoria viene de Semilla? No es en mal plan, sino que yo tengo que cuidar a mis compañeros”, comenta Rodrigo.
Es una medida de precaución. Rodrigo es consciente de la situación de Guatemala y la discriminación que persiste contra la población diversa. Es una situación que, como hombre gay, también vive en carne propia.
“Nuestra comunidad es bastante vulnerable Henrry, ¿no sé si vos pertenecés al partido? Pero políticamente a mi comunidad (LGBTIQ+) se le ha utilizado para polarizar a la población y para satanizar especialmente al Movimiento Semilla”, dice Rodrigo, en el último audio que envía.
Eso cambió todo.
Henrry responde que pedirá que “un representante” participe en la reunión que tendrían, para que, de esa manera, Rodrigo y las personas que contrataría “se sientan más cómodas”. Pero Henrry no especifica si se refiere a un representante del partido o alguien más de la organización que lo contrató a él.
Al final, Henrry ya no volvió a contactar a Rodrigo y la contratación no se realizó.
Una coincidencia sobre “Bernándo”
Una semana después de esta conversación, el 1 de agosto, Rodrigo vio la publicación de Quorum acerca de los volantes con información falsa sobre el plan de gobierno del Movimiento Semilla. Le llamó la atención.
La campaña con información falsa hace referencia a la población LGBTIQ+ y los volantes fueron repartidos en Antigua Guatemala y en la Ciudad de Guatemala, justo el viernes 28 de julio y el sábado 29. Esos son los lugares y fechas en que, según Henrry, se iban a realizar los eventos.
Y existen aún más coincidencias.
Una de las particularidades de los volantes es que, quien hizo el diseño, escribió mal el nombre del presidenciable del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo. El texto dice “Bernándo”.
Y ese no es un detalle menor. El miércoles 26 de julio, en un mensaje de audio que recibe Rodrigo, Henrry se queja:
“No mirás que el nombre de la publicidad que estamos imprimiendo está mal, vos. Me toca cambiarla”.
Y es Henrry quien contacta a una imprenta en la capital para hacer los volantes de campaña falsa. Quorum entrevistó a la imprenta, que confirmó que primero recibió un mensaje en Facebook de la cuenta de Henrry, quien luego procedió a llamar a la imprenta el 13 de julio para ofrecer el trabajo.
Sin detallar el tema, Henrry explica que un amigo necesita imprimir 9 mil volantes de urgencia. Le brinda el número de teléfono de Otto Ayala, quien envía el diseño de “Bernándo” a la imprenta por WhatsApp. Por la cantidad de volantes el precio sería alrededor de Q2000.
“Todavía lo pensé. Incluso consulté a algunos amigos porque es trabajo y de cualquier forma alguien más lo iba a hacer. Pero al final decidí que no, porque no me quería prestar para algo así. No es justo”, explicó la persona encargada de la imprenta, que decidió no hacer la campaña de desinformación.
Al no responder los mensajes, Otto Ayala le escribe horas después: “Fíjese que los mandaron a hacer por otro lado, ya no me lo autorizaron”.
Silencio total ante un posible delito electoral
Desde Quorum intentamos comunicarnos con Henrry y con Otto Ayala para escuchar su versión de los hechos y sus motivos para ejecutar campañas falsas en nombre del Movimiento Semilla, o quien los contrató, para poder obtener información sobre esas personas.
Escribimos y llamamos a Henrry a través de los números de teléfono que utilizó para cotizar los dos servicios ―la impresión de volantes con contenido LGBTIQ+ y los eventos con personas diversas―.
También intentamos establecer contacto a través de las cuentas de redes sociales que tiene vinculadas a su perfil en Facebook. Él decidió no responder a las consultas ni por llamada, mensajes de WhatsApp o en redes sociales.
Otto Ayala confirmó su identidad en una llamada telefónica, y aseguró que le pertenece el número de teléfono utilizado para cotizar los volantes. Al ser cuestionado sobre la campaña falsa, respondió primero que no sabía de qué se trataba, pero luego modificó su respuesta dos veces:
“A mí, bueno a varias personas nos pagaron con respecto a esto pero le quieren arrimar como que el muerto a uno. Soy sincero, yo sí no sé nada”, dijo.
Comentó que más periodistas le han cuestionado y que tal vez su número de teléfono esté clonado. Afirmó que no tiene relación con el Movimiento Semilla, ni con el Partido UNE. Según Ayala, es un “zafarrancho” y a “todo el mundo le andan echando la bola a todos”.
De acuerdo con David de León, director de Comunicación del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el asunto puede ser mucho más grave.
Afirma que tanto en el caso de los volantes con información falsa como en la organización de eventos en nombre de un partido, la Inspección General del TSE iniciará un proceso de investigación por posible campaña negra en el proceso electoral.
Ni Otto Ayala, ni Henrry quisieron responder a las preguntas sobre cómo habrían sido contratados para ejecutar estas campañas negras, y el financiamiento de éstas.
Este no es el único intento de influenciar el voto de la población que podría considerar al Movimiento Semilla como una opción. A principios de julio, alguien repartió volantes con un mensaje dirigido a disuadir a las personas a votar por este partido e información que no coincide con las propuestas de Bernardo Arévalo.
Otra campaña negra, muy directa y mucho más costosa, fue la de una valla publicitaria de la Calzada Roosevelt que el 31 de julio amaneció con un mensaje financiado entre la Fundación Contra el Terrorismo y Vea Canal. El TSE también confirmó que investiga este caso.
A menos de un mes para la elección presidencial que enfrentará a Bernardo Arévalo y Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, las campañas de desinformación aparecen con más frecuencia dentro y fuera de las redes sociales.
“Nos están usando”
A Rodrigo le causa indignación que se utilicen a las personas LGBTIQ+ como arma política. Esto también demuestra cómo las instituciones estatales fomentan la discriminación que enfrentan en Guatemala.
“Para este Gobierno y esta sociedad valemos menos que nada. Nos usan como no se usa a otra población. Es asqueroso. Pero deben ver que somos ciudadanos y ciudadanas de este país y que nuestro voto cuenta”, dice.
Un ejemplo reciente fue la ausencia de seguridad en el Desfile del Orgullo que se celebró el pasado 22 de julio. Pese a que el comité organizador del desfile envió solicitudes, la Policía Nacional Civil y la Policía Municipal de Tránsito no se presentaron.
“Nos tocó escuchar insultos, parar el tráfico de gente que nos lanzó sus carros y vivir de cara el odio y la violencia a la que estamos expuestos sin apoyo alguno”, recuerda.
El derecho a vivir una vida libre de discriminación y la garantía de cumplir con los derechos humanos en general, ya forman parte de los compromisos del Estado de Guatemala.
Ann Fratti forma parte de Visibles, una organización de incidencia política que vela por los derechos de la población LGBTIQ+ en Guatemala. El hecho de que los derechos humanos de una persona puedan ser utilizados como argumento para desprestigiar a un partido y un candidato, le genera tristeza.
“Evidencia que somos parte de una sociedad desinformada con poca capacidad de análisis y dispuesta a negar protecciones básicas por miedos infundados”, comenta.
Pero también cuestiona que no hay ni un partido o plan de gobierno que considere debidamente la protección de las personas diversas.
“¿Realmente creen que brindarnos derechos les va a restar votos? Ser parte de una población vulnerabilizada es ya de por sí muy difícil”, dice.
Leer Nuestra existencia LGBTIQA+ va más allá de un proceso electoral
¿Qué dice el partido?
Tanto el comando de campaña del binomio presidencial del Movimiento Semilla, como las facciones en Sacatepéquez y el área metropolitana afirman que las actividades que intentó organizar Henrry no fueron contratadas por el partido.
Además, después de conocer los datos e información de Otto Ayala y Henrry, las fuentes de ese partido aseguran que no conocen a esas personas.
La facción de Sacatepéquez se enteró que el viernes, durante una tormenta, varias personas repartían volantes de la campaña falsa. Los iban colocando en carros estacionados en la calle, algo que además no está permitido en este municipio.
Al ser confrontadas, las personas huyeron.
Andrea Villagrán, diputada electa por el Movimiento Semilla, lamenta que se utilicen a las personas LGBTIQ+ para esas campañas de desinformación.
“Todas y todos tenemos igualdad en derechos, nadie puede ser discriminado por ninguna condición. Vemos con bastante preocupación que se instrumentalizan a grupos que han sido vulnerabilizados históricamente. Al final es un grupo pequeño que hace esas cosas pero causan mucho ruido y mucho daño a las personas LGBTIQ+”, dice.
Los ataques y campañas negras no le sorprenden. Y la diputada no duda que esa situación se intensificará conforme se acerca la segunda vuelta electoral. Incluso el Movimiento Semilla recibió información sobre una oferta de más de USD 3 millones por crear una campaña de desprestigio en contra del partido.
“Pueden tener los recursos, las cortes, y a fiscales corruptos, pero nosotros tenemos a nuestra favor la población. Es una sociedad conservadora, pero quiere un cambio”, concluye.
