Foto: Melissa Miranda / Quorum

Si los políticos no quieren educación sexual, las juventudes aprenderán con internet

Los miles de embarazos juveniles y contagios anuales de enfermedades de transmisión sexual en las juventudes pueden evitarse con educación. Ese es un compromiso que el Estado ya asumió desde hace años, entonces, ¿por qué algunos políticos se oponen?
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Las personas menores de 19 años representan en Guatemala el 41.4% de la población y sus necesidades están siendo ignoradas por el Estado. Una de ellas es la Educación Integral en Sexualidad (EIS).

En ausencia de esta educación en las aulas, los y las jóvenes tienen como única referencia a la música, el internet, la televisión y revistas. Así ha sido siempre.

“Allá por los ochentas yo estudiaba la primaria. No existía el celular pero los compañeros ya conocían de revistas pornográficas”, cuenta Claudia Rosales, quien desde 1987 trabaja en programas de EIS.

En campaña electoral, algunos políticos siguen promoviendo el silencio como la mejor opción para que los niños, niñas y adolescentes no corran el riesgo de ser padres y madres a temprana edad y contraer enfermedades de transmisión sexual. 

Hasta ahora ocultar la información no ha sido efectivo.

Esto nos dicen los datos

En el Congreso hubo dos intentos por crear una ley para que la EIS sea implementada en el sistema educativo. Los primeros pasos se dieron en 2010, cuando los ministerios de Salud y Educación firmaron la primera carta para trabajar en la prevención a través de la educación.

Los resultados hasta ahora comprueban que este compromiso no ha sido cumplido:

  • Desde el 2021, 156 mil jóvenes de entre 15 y 19 años tuvieron a su primer hijo o hija.
  • En 2021 el Ministerio de Salud registró 5,110 casos de jóvenes menores de 19 años contagiados con alguna ETS.
  • En 2022, el presupuesto del Ministerio de Educación para educar sobre sexualidad fue ejecutado en un 75%.

A pesar de todo esto algunos partidos políticos y sus candidatos y candidatas se siguen oponiendo a cualquier avance. Aseguran que la EIS causará efectos más negativos a los que las juventudes sufren hoy en día. 

La Unesco contradice esa teoría. En 2018 publicó las orientaciones técnicas sobre educación en sexualidad. A partir de observaciones e investigaciones internacionales concluyó que la educación formal en sexualidad contribuye a:

  • Que los y las jóvenes decidan retrasar el inicio de su vida sexual.
  • Menor frecuencia en las relaciones sexuales.
  • Menor cantidad de parejas sexuales.
  • Menos comportamientos de riesgo en las relaciones sexuales.
  • Mayor uso de anticonceptivos y métodos de protección.

“Lo que hace la EIS es dotar de información para la toma de decisiones. Las personas pueden decidir si tener una relación sexual o no, pero el fin es que si deciden tenerla que sea una práctica segura”, agrega Emma López, integrante de la Mesa Nacional por la Educación Integral en Sexualidad (MENEIS). 

Enfrentar la desinformación electoral

La desinformación que las y los candidatos generan sobre la educación sexual integral distrae la atención sobre los verdaderos problemas que requieren propuestas concretas.

Por ejemplo, poco se ha hablado en campaña sobre cómo reducir los altos índices de violencia sexual o cómo asegurar que todas las familias, incluso en las zonas más rurales del pais, tengan acceso a métodos de planificación familiar.

Los planes de acción para garantizar el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos deberían ser parte integral de cualquier plan de gobierno.

*No te van a engañar es una serie de Quorum para combatir la desinformación. Fue creada con el apoyo de Hivos América Latina.

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