Escribir otra historia

Este 2023 se cumplen tres años desde que la pandemia del Covid-19 vino a convivir con nosotras y nosotros. Aunque ya existen vacunas para contrarrestar el virus, la gente tiene más opciones para curarse y los gobiernos impulsan el regreso a la ‘normalidad’, no quiero pensar que volveremos a esa normalidad.

Forastera

Al hablar de territorio, cuando pregunto de dónde son originarias mis amigas y amigos, la gran mayoría responde que crecieron en la ciudad, pero su madre, padre o abuelos se fueron asentando conforme las necesidades o emergencias les dictaba. Otras historias que he conocido, son de personas que están de paso, como yo.

Entre colas, se nos va la vida

Suena la alarma, son las 4:30 de la mañana y mi hora de entrada al trabajo es a las 8. Con desgano me levanto. Están encendidas las luces de la casa: es mi mamá que ya tiene puesto su uniforme del trabajo en donde gana un poco más del salario mínimo y con eso ha tenido que sostener a sus tres hijos.

No nos vamos

Hace algunos años muchas personas en la ciudad, tuvimos un despertar colectivo que se sintió como una nueva forma de abrir los ojos. Una manera de despabilarse ante la incontenible protesta social que exigía una realidad distinta.

Las elecciones que ellos quieren

En algunas conversaciones se empieza a asomar el tema de las próximas elecciones generales en Guatemala. La plática pierde, con rapidez, el tono de novedad para instalarse en la desesperanza y preocupación.
Las protestas ciudadanas marcaron

El pulso del Instituto 25A

Desde la antigüedad, el pulso cardíaco ha sido escuchado. Galeno, ese hombre que escribió 16 libros sobre el pulso, nos recuerda que éste nos permite sentir y escuchar nuestro corazón. El pulso del Instituto 25A se escucha en medio de la oscuridad de un país en el que sigue desvaneciéndose el sentido de la democracia, la justicia y el bien común. Aunque se quiere callar la voz, siempre se mantiene el pulso y mientras lo escuchemos —como acto atento y colectivo—, podemos estar seguras que seguimos respirando, y por lo tanto, siempre hay un futuro por tomar.