La vida del lugar gira alrededor de esas aguas pero hay algo que las amenaza: un proyecto de alcantarillado que podría terminar vertiendo aguas residuales directamente en el Lago de Atitlán.
En 2021, la Municipalidad de San Marcos La Laguna aprobó el proyecto y un desembolso de Q5 millones para instalarlo. Al frente de la comuna está Vicente Raúl Puzul Mendoza, que lleva tres periodos consecutivos en la municipalidad, ganó en 2023 con solo 567 votos.
Los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Cocode) denunciaron que esto se había decidido sin escucharlos ni atender sus consultas. Fue así como se empezó una lucha que hasta hoy continúa. Hubo manifestaciones de pobladores contra el alcalde, pero él continuó intentando poner en marcha el proyecto.
En medio de esa pelea, un grupo de vecinos se organizó para retomar una figura que se había perdido desde los noventa, el de las alcaldías indígenas.
El rescate de la organización ancestral
En Guatemala históricamente han existido alcaldías indígenas que se encargan de administrar justicia, resolver problemas de la población de forma pacífica y cuidar los bienes naturales.

José Rafael Pérez, de 60 años, explica que en San Marcos la Laguna esta figura empezó a desaparecer en los noventa. “Fue más o menos cuando se dio la Firma de la Paz (1996), pero antes, allá por los 70, los alcaldes indígenas se elegían para que hicieran justicia con los que se portaban mal”, dice.
Hoy él forma parte de la alcaldía indígena que se conformó oficialmente en enero de 2022, para hacer valer sus derechos como pueblo originario, pues las leyes en Guatemala lo permiten.
“Hoy nos sentimos contentos porque tenemos a una alcaldesa indígena que se hace respetar”, dice José. Se refiere a Cecilia Mendoza Chiyal, quien fue electa como la dirigente de la alcaldía o como le llaman ellos, la primera cargadora.
“Nuestra lucha empezó con los COCODES, ellos ya habían comenzando, pero nosotros luego nos unimos. Hicimos reuniones, conseguimos más información sobre lo que estaba pasando en el pueblo”, dice. Eso ocurrió en 2021, antes de que formalizaran la creación de la alcaldía indígena.
Luego de articularse como vecinos y conformar la alcaldía indígena, ella y sus compañeros tuvieron voz en la Municipalidad de San Marcos La Laguna. Fue así como lograron confrontar al alcalde para tratar de frenar este proyecto.
Cecilia y sus compañeros afirman que el proyecto no contaba con estudios ambientales ni se contemplaba tratar las aguas residuales de manera adecuada antes de ser vertidas en el lago. “El Lago de Atitlán es un ser vivo, que representa vida y alma”, dice Cecila.

La persecución y una lucha que vale la pena
La alcaldía indígena y los Cocodes lograron suspender este alcantarillado gracias a un amparo que presentaron ante la justicia, ya que el proyecto se instalaría sin haber consultado a los pobladores indígenas que son la mayoría si estaban de acuerdo o no con el proyecto.
Su preocupación por esta construcción no era para menos. Según explica Cecilia y sus compañeros, en el municipio existe una planta de tratamiento que no está funcionado adecuadamente y que también pone en riesgo al lago, sobre todo en épocas de lluvia por los posibles rebalses que se podrían generar desde ahí.
Pero la rivalidad que surgió con el alcalde por la oposición al alcantarillado luego significó que ella, sus compañeros y otros vecinos (11 en total) fueron denunciados por el funcionario. Los acusó del delito de atentado por una manifestación en su contra.
Por esa razón tuvieron que enfrentar un proceso penal que terminó hasta mayo de este año, cuando en un juicio fueron declarados inocentes.
Hoy el alcalde apeló esa decisión y aún busca poner en marcha el proyecto de alcantarillado que podría poner en riesgo al lago. Pese a la persecución, Cecilia y sus compañeros dicen que continuarán apoyando esta lucha.
Para ellas y ellos hay un gran valor en esta lucha por el agua porque significa continuar con la labor de sus ancestros:
“Nuestros abuelos siempre habían trabajado sin ganar un salario para cuidar el pueblo, el lago, los nacimientos de agua”, dice Cecilia.