Quizá no es la diputada más visible que ha pisado el Congreso de Guatemala: no llegó a ser presidenta, ni jefa de una bancada. Pero sí que sacudió el tablero político cuando tenía buena parte del poder en el partido que, según las encuestas, ganaría la presidencia en 2023. El camino para ascender al poder comenzó en Alta Verapaz, una tierra donde, paradójicamente, las mujeres suelen estar en el extremo opuesto al poder.