¡Tesis a cuotas! El rentable negocio de maquilar tesis en Guatemala

La venta de tesis es un negocio que se ha hecho rentable y está en auge. La falta de interés de las autoridades académicas y penales por sancionar el plagio podría ser un incentivo para que cada vez sea más la demanda de tesis instantáneas.
¿Comprarías tu tesis a tarjetazos? Ilustración: Eduardo Rodríguez

“Nosotros trabajamos cualquier tipo de tesis y esas de Humanidades y Comunicación son bastante comunes para nosotros”, explica en una llamada, un joven que dice tener un equipo de Filosofía y Letras que puede resolver cualquier tema de estas facultades.

Continúa.

“Hoy tenemos una oferta, me parece que saldrá en nuestra página en cuestión de unas horas. Si es pago con tarjeta de débito o crédito tiene un 10% de descuento, la tesis le quedaría en Q6,300. El precio normal es de Q7 mil”, comenta para intentar cerrar la venta.

No solo es el descuento, también hay posibilidad de pagar a cuotas. Si la carrera no es humanística tampoco hay de qué preocuparse.

“Hemos trabajado todo tipo de tesis, inclusive tesis de doctorado de Derecho. Ahorita estamos sacando una de la Universidad Autónoma de México, también de Arquitectura, maestrías, eso no es problema”, sigue diciendo.

Esta es una llamada que hizo un estudiante de la Universidad Landivar a una editorial que se promociona en redes sociales y que dice tener su oficina en la zona 10

Su negocio es hacer tesis, y las ofrecen con las normas APA y con la garantía de que pasarán cualquier prueba de plagio.

¿Cuánto cuesta una tesis en Guatemala?

Es más, el trabajo que les llega es tanto que frecuentemente publican convocatorias de contratación a personas que puedan hacer trabajo de corrección de textos y que tengan una excelente redacción.

Roberto (nombre ficticio) es licenciado en Comunicación y atendió a esta convocatoria porque buscaba trabajo.

Roberto explica que la persona que lo contrató le dijo que quieren publicar varios libros, y estaban en planes de hacer una revista de tecnología. Pero en las reuniones en las que estuvo solo hablaron de las tesis que les iban entrando.

Mientras que a los estudiantes que buscan graduarse pueden llegar a cobrarles hasta Q9 mil, a Roberto le estaban ofreciendo Q4 mil mensuales por “revisar” tres tesis en un mes.

“En las reuniones hablaban de las tesis que les entraban, a cuáles había que hacerles el marco metodológico o plantear de nuevo los objetivos. Me mandaron todo a mi correo, cuando me di cuenta era un documento de word, parecía un anteproyecto de tesis, creo que era de Derecho”, agrega.

Al preguntar a una de las personas que lo contrató si se podía comunicar con el estudiante porque el anteproyecto estaba mal hecho, le dijeron que no era necesario porque la editorial hacía todo. Si el proyecto requería hacer encuestas, también la empresa se encargaría de ello.

Roberto entendió que la editorial no tenía problemas en falsear datos y renunció.

Este, por ejemplo, es el anuncio de otra empresa local que ofrece tesis:

Un negocio rentable

Se trata de un negocio que se alimenta de la deficiencia de la academia en Guatemala y de la búsqueda constante de un camino fácil para graduarse.

Para Silvia Trujillo, catedrática universitaria y con 15 años al frente del curso de Métodos de Investigación y Tesis, esto no solo pasa por la falta de valores.

“No hay un incentivo para hacer investigación en el país. El propio Estado para hacer políticas públicas no las hace en torno a la investigación, sino pensando en cuál será el beneficio político”, dice.

Trujillo agrega que a los estudiantes les parece tedioso hacer una tesis “porque han tenido toda una carrera universitaria donde no les han enseñado el valor de la investigación”.

Es una discusión que tiene que ver con la ética, pero que también pasa por el tipo de educación que dan las universidades. La doctora en Ciencias Sociales, Ana Silvia Monzón, explica que las universidades en el mundo ya no funcionan como centros de pensamiento.

Ahora existen competencias entre quién tiene mayores acreditaciones internacionales que son avaladas por el número de profesionales de pregrado y posgrado que tienen. Es decir, premia más la cantidad de graduados y no cómo se gradúan estos estudiantes.

“Todo eso lo tenemos que tener claro porque ese es el contexto que va marcando la formación que ya no es filosófica, ni doctrinaria, ni crítica. El objetivo parece ser que las y los profesionales que salgan sirvan al sistema económico”.

¿Es legal plagiar una tesis?

Una de las discusiones que arrojan las prácticas en las que incurren estas empresas es si lo que están haciendo es legal o no.

Aunque el plagio académico no está regulado, los estudiantes que opten por pagar por un texto que luego presentarán a sus nombres, podrían caer en el delito de usurpación de calidad.

La abogada Andrea Reyes explica que al ser una tesis de graduación, la persona está ostentando calidades de profesional que no le pertenecen y, por ende, mintiéndole a la universidad, al colegio de profesionales y al gremio.

“Por eso se le cuestiona tanto a la fiscal general Consuelo Porras, el plagio de su tesis doctoral, porque el cargo que ella ostenta sí depende de eso”, dice.

Uno de los primeros políticos que fueron evidenciados plagiando su tesis fue Manuel Baldizón. Además, en el último año también fue denunciado el plagio en la tesis de la presidenta de la Corte de Constitucionalidad, Dina Ochoa; y los títulos falsos de al menos dos magistrados del Tribunal Supremo Electoral. 

La falta de interés de las universidades por sancionarlos y de las autoridades por investigarlos, parece ser una invitación a que más estudiantes hagan lo que quieran con tal de graduarse.

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