Como parte del proyecto Hidrocracia realizamos un encuentro para conversar con vecinas y vecinos, funcionarios públicos y académicos sobre los problemas y retos al rededor del agua en la Ciudad de Guatemala.
En Santa María Tzejá se cansaron de las promesas incumplidas del Estado y las comunidades se organizaron para poner en marcha sus propios pozos mecánicos.
En Santa María Tzejá, se cansaron de proyectos inconclusos y promesas rotas, organizaron su propia asociación, fiscalizaron al gobierno y trabajaron con sus propias manos para instalar un pozo mecánico que hoy les da vida. Esta no es solo una historia sobre el agua: es una lección de dignidad, organización y poder colectivo.
Un alcalde proponía verter aguas negras en el Lago de Atiltán. Esta es la historia de una comunidad que se organizó para frenar la obra y salvar las aguas del lago.
Se cansaron de los abusos así que se organizaron para poner en marcha su propia hidroeléctrica. Esta comunidad Mam pudo generar energía sin causar daños mayores a los ríos.