Guatemala celebrará elecciones el próximo 25 de junio. Unas 23 personas competirán por la presidencia. Otras 2 mil 500 disputarán los 160 puestos en el Congreso. Y miles más buscarán ocupar las 340 corporaciones municipales.
A medida que avanza la campaña electoral, los discursos políticos se apoderan de más y más tiempo y espacio en la prensa, la televisión, la radio y, sobre todo, en los celulares. Y eso, inevitablemente, conlleva que se discutan temas sensibles, incluida la diversidad sexual y la diversidad de identidades.
¿Y por qué los políticos, en su mayoría, critican el avance de los derechos para las personas diversas? Hay varios trucos detrás de esa estrategia:
Desviar la atención de los temas importantes
¿Por qué los candidatos insisten en que el matrimonio igualitario —entre personas del mismo sexo— es una amenaza para las familias? Graeme Reid, director e investigador de la organización HRW, explica que este truco se suele utilizar para desviar la atención de los temas que en verdad son importantes o amenazan el bienestar de las personas.
La idea este truco es crear un pánico moral, pretendiendo hacer ver que hay una amenaza para el matrimonio tradicional, pero el objetivo real es hacer que las personas no se fijen en los problemas de la sociedad como el desempleo, la violencia o la corrupción, señala.
Quitarle legitimidad a quienes luchan por cambios
¿Y qué pasa cuando los políticos dicen que las personas diversas son una amenaza para las niñas y niños?
Luis Barrueto, especialista en comunicación, explica que detrás de este tipo de narrativas hay un interés en deslegitimar a las personas diversas y sus luchas. El truco implica recurrir al desprestigio y legitimidad a sus luchas.
“(Quieren restarle) validez a los movimientos que usan su voz para exigir cambios. Y son movimientos que se han ido aliando a otros movimientos, como el de mujeres, pueblos indígenas, personas con discapacidad o juventudes para construir una masa crítica. Y temen que eso resultaría en la pérdida del poder y los privilegios de quienes lo ostentan actualmente”, explica.
Ganar votos de personas conservadoras
El truco que es, posiblemente, más evidente es cuestionar los derechos de las personas diversas para atraer a votantes conservadoras y conservadores.
El activista Jorge López Sologaistoa advertía esto en las elecciones pasadas, en las que los políticos buscaban “movilizar a plataformas fuertemente religiosas”, sin importar que sus propuestas violaran acuerdos internacionales de derechos humanos.
Los discursos que sí son necesarios
Al margen de la campaña electoral, el biólogo y activista Javier Ajú dijo que las y los políticos que participan en la campaña electoral deben estar conscientes de atender las necesidades de todas las personas y especialmente de los grupos más vulnerables.
Eso incluye pensar en las y los jóvenes que, por ejemplo, deciden abiertamente hablar de su homosexualidad o su identidad trans, y por esa razón son expulsadas de sus hogares y se quedan sin una red de apoyo. Para ellas y ellos, es necesario pensar en refugios, atención y capacitación, señala.
También apunta que es vital pensar en centrar la educación en la ciencia, que ya ha demostrado que la diversidad es parte de la naturaleza y se encuentra presente en todas las comunidades.
Para Cinthya Fión, de la organización Visibles, las y los votantes deben estar atentos a no caer en los trucos de los políticos anti-derechos y anti-género, y ser críticos con sus actuaciones. Por ejemplo, el caso de los y las aspirantes a la presidencia que dicen respetar a las personas diversas mientras los diputados de su bancada votan de la forma opuesta.
Fión explica que hay una importante agenda de temas que se deben abordar, desde el derecho a la identidad y salud integral para las personas trans, hasta la aprobación del matrimonio igualitario y la prohibición de las terapias de conversión, entre otras.
*No te van a engañar es una serie de Quorum para combatir la desinformación. Fue creada con el apoyo de Hivos América Latina.