En 2016 el Ministerio Público y CICIG demostraron la existencia de una red de corrupción a lo interno de la SAT que permitió a Aceros de Guatemala evadir el pago de Q255 millones (Q789 millones si se le suman las multas).
Este tipo de casos demostraron la necesidad de fortalecer la capacidad de investigación de la SAT. Por eso ese mismo año se creó la Gerencia de Investigación Fiscal, durante la gestión de Juan Francisco Solórzano Foppa.
- Su misión era investigar a contribuyentes que crean estructuras para evadir el pago de impuestos. Si encontraban indicios de delitos, trasladaban la información al Ministerio Público.
Políticos y empresarios presentaron varios recursos legales para bloquear su trabajo pero todos fueron descartados en las cortes.
Seis años después de la creación de la Gerencia, el Directorio de la SAT publicó una modificación al Reglamento Interno de la SAT para eliminarla.
¿Por qué es preocupante?
El exsuperintendente Juan Francisco Solórzano Foppa, asegura que esto es parte de un “desmantelamiento de la SAT”y explica por qué esta decisión es grave:
“No es lo mismo hacer auditoría que hacer una investigación fiscal. Son dos cuestiones distintas. Ambas están desarrolladas en la ley y sin embargo, lo que no se quiere es que la Superintendencia investigue. No quieren empoderar a la SAT para que pueda hacer indagaciones profundas”.
El acuerdo con que se creó la Gerencia de Investigación resaltaba que era función de la SAT hacer “control interno y externo”. Sin embargo, con la publicación del nuevo acuerdo se eliminó la función de control externo.
Si bien las funciones de la Gerencia serán asumidas por la Intendencia de fiscalización, existen varios riesgos:
- Las 26 funciones que establece el nuevo acuerdo están orientadas sobre todo a tareas de auditoría interna.
- El cambio puede implicar que se desaprovechen las capacidades técnicas que ya había adquirido el personal de la Gerencia.
- También se pueden entorpecer las investigaciones que dejó la Gerencia. El Intendente de Fiscalización, Oscar Hernández, explicó a elPeriódico que la gerencia dejó en investigación 11 casos de estructuras de defraudación tributaria.
Para el ex intendente de Asuntos Jurídicos, Adrián Zapata, también es un riesgo que las nuevas autoridades no tomen en cuenta que la investigación requiere procesos muy diferentes a los que implica una auditoría.
Uno de los grandes problemas de Guatemala es la poca recaudación fiscal ya que somos el país con la recaudación fiscal más baja de Latinoamérica.
- El promedio de recaudación tributaria como proporción del PIB fue del 12,4 %, mientras Cuba logró un 37.5%, siendo el país latinoamericano mejor posicionado en 2020, según estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas.
Al restarle prioridad a la investigación de las estructuras que evaden impuestos este problema se agrava. Para Zapata es importante resaltar que la investigación fiscal “lejos de entenderse como una figura de terrorismo fiscal o hecha para sembrar el miedo, es un instrumento que ayuda a dar certeza y a resolver por la vía administrativa el pago de impuestos no declarados”.