Dávila es diseñador gráfico y parte de la comunidad LGBTIQ de Guatemala. Es el menor de tres hermanos, y el único que vive con sus padres. Al igual que para otras personas de la diversidad, reconocer su identidad gay no ha sido fácil.
“Mi mamá abrió la puerta y me vio maquillada”, recuerda. El proceso fue duro porque viene de una familia conservadora pero señala que a pesar de ello, nunca ha dejado de contar con el apoyo de sus padres.
El drag queen es una puesta en escena de personajes que exageran los rasgos tradicionalmente asociados con la identidad y los roles de género. No es algo nuevo ya que hubo prácticas similares desde el comienzo de siglo, sin embargo en los últimos años la escena se popularizó gracias a shows como RuPaul Drag Race y al esfuerzo de los colectivos locales.
Aunque se suele confundir, el drag no es una identidad de género y no implica que la persona que lo practica sea transexual.
Andrés lleva dos años participando en eventos como Drag y se ha convertido en la oportunidad de expresar su arte a través del baile y el maquillaje. Para él, LaZander es baile, libertad, arte y expresión social.
Actualmente quiere seguir creciendo en el mundo del Drag, sus estudios van en progreso y no los dejará, espera tener un futuro prometedor en los escenarios mostrando lo que mejor sabe hacer.
Dávila tiene claro que a través de sus shows puede expresarse y motivar a más personas a que decidan ser libres y ser la voz de los que aún no pueden alzarla.