El Pacto de Walter Mazariegos: así es como sus aliados se prolongan en el poder

El rector de facto de la USAC, Walter Mazariegos, tiene una alianza que le permite quitar a sus opositores del camino y colocar a sus allegados en puestos importantes. Más de la mitad de sus cómplices en el Consejo Superior Universitario (CSU) se han prolongado en el poder y no tienen la intención de soltarlo.
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Walter Mazariegos controla la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) desde la distancia. Así ha sido desde el 1 de julio de 2022. Ese día fue juramentado como rector y se reunió por primera vez con su Consejo Superior Universitario (CSU). Todo fue en videollamada.

Han pasado casi dos años desde entonces y Mazariegos sigue a la distancia. Primero, porque las instalaciones estuvieron tomadas por más de 14  meses. Ahora, en 2024, las aulas están llenas, los trabajadores y docentes llegan desde temprano y la única figura ausente sigue siendo la del hombre que se impuso como rector.

—¿Cuándo fue la última vez que vino al campus?

—No recuerdo o no sabría decir—, contestan los trabajadores de la universidad. 

Mazariegos encontró una receta para gobernar sin siquiera sentarse en la silla de la Rectoría y sin que nadie revierta sus decisiones. La clave para ello ha sido retener en sus cargos a casi el 90% de los miembros del CSU, a costa de las graves consecuencias que eso implica para la comunidad universitaria.

La alianza aferrada al poder

Aunque ocupa el cargo de rector, Walter Mazariegos no tiene la última palabra en la USAC. El sistema de gobernanza universitario tiene como máxima autoridad al CSU. Allí Mazariegos solo tiene uno entre 40 votos posibles.

Las decisiones en el CSU se toman por mayoría. Quien logre controlar a esta mayoría puede decidir desde cómo se ejecuta el presupuesto de la universidad, hasta colocar a allegados en puestos importantes de la universidad y las distintas representaciones que tiene la USAC en el Estado.

Todas esas decisiones importantes que incluso impactan más allá de la USAC están siendo tomadas por un CSU en el que 35 de los 40 consejeros ya deberían haber dejado el cargo porque venció el periodo para el que fueron electos. 

Esto es grave, es similar a que el 14 de enero los diputados del Congreso de la República no hubieran entregado el cargo y siguieran legislando a pesar de que su periodo ya había vencido.

  • 7 de 10 decanos ya se excedieron en su periodo. El resto de decanaturas están siendo ocupadas temporalmente por docentes. 
  • El representante del Colegio de Abogados es el único con un cargo que no ha vencido. Los otros 9 representantes de los colegios profesionales han prolongado su estadía.
  • Los 10 docentes titulares ya debieron dejar su cargo.
  • Los 9 representantes estudiantiles ya excedieron el periodo para el que fueron elegidos. Incluso dos de ellos ya se graduaron de la USAC y, por tanto, no son estudiantes.

La situación es grave para la institucionalidad de la USAC.

El pacto de Mazariegos

Para la actual administración de la USAC no parece haber prisa por renovar las representaciones dentro del CSU. Y es que Mazariegos ha podido gobernar con facilidad gracias al apoyo de los actuales representantes.

Las actas de las sesiones de 2023 y 2024 demuestran que Mazariegos cuenta con el voto fiel de entre 25 a 30 consejeros. Con esta coalición, ha logrado:

  • Negar la reintegración del estudiante Camilo García al CSU, a pesar que existe una orden judicial para hacerlo. 
  • Nombrar a Juan Carlos Godínez —señalado en la Lista Engel— como representante suplente ante la Junta Monetaria. 
  • Aprobar agendas que excluyen la convocatoria de elecciones en las unidades académicas y centros universitarios.
  • Mantener las sesiones del CSU de manera virtual.
  • Modificar uno de los reglamentos de la USAC, donde se limita la libertad de expresión, asociación y locomoción.

Tener una mayoría en el CSU también le permitió a Mazariegos renovar el nombramiento de sus allegados en tres puestos importantes de la USAC:





De acuerdo con Osmín de Jesús Pineda, representante del Colegio de Veterinarios y concejal de oposición, las tres autoridades fueron electas sin siquiera conocer su hoja de vida y verificar si reunían los requisitos para ocupar las direcciones.

Es decir que actualmente el CSU, en vez de ser una instancia de debate, funciona como una aplanadora que vota alineada a los intereses de Walter Mazariegos.

Salón de reuniones del CSU. Foto: Plaza Pública

¿Cómo logró el CSU prolongar su periodo?

Desde inicios del 2023 algunos representantes de oposición en el CSU han solicitado que se convoquen elecciones en todas las unidades académicas y centros universitarios que lo ameriten.

La respuesta del Rector y el Secretario General, Luis Cordón, siempre ha sido negativa. Su argumento principal es la supuesta inexistencia de una base de datos fiable para saber cuántos estudiantes, docentes y egresados podrían votar en las distintas elecciones. A eso se le llama padrón electoral.

Según las autoridades universitarias, los documentos y bases de datos necesarios para definir el padrón electoral fueron secuestrados durante la toma de las instalaciones de la USAC. Este criterio ha sido cuestionado varias veces por algunos consejeros, señalando que:

  • Los datos son manejados por el departamento de Registro y Estadística, el cual —asumen— debería tener una reposición.
  • Las inscripciones ordinarias del ciclo 2024 ya concluyeron. Esos datos podrían ser utilizados para definir el padrón, al igual que la nómina de docentes en cada unidad académica y centro universitario.

Quorum cuestionó al Secretario General y al Rector, pero ninguno respondió las solicitudes por medio del departamento de prensa ni los correos electrónicos. Tampoco el jefe del Departamento de Registro y Estadística, Bryan Fuentes, se pronunció. Las preguntas enviadas por medio de un oficio nunca fueron contestadas.

“Esta es una estrategia de Mazariegos para mantener su mayoría en el CSU. El hecho de que los consejeros se nieguen a convocar las elecciones expresa que no quieren perder esa estructura y que intentarán prolongarla hasta donde puedan”, opina Andrea Rodríguez, socióloga y exintegrante de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU).

Walter Mazariegos, acompañado del CSU, propuso una mesa de diálogo para reabrir la USAC pero no ofreció garantías a las y los estudiantes en resistencia.

Las consecuencias más allá del CSU

Evitar la convocatoria de elecciones no solo tiene efectos en el CSU, sino también en las diez facultades, ocho escuelas y 18 centros universitarios. 

La administración se ha negado a indicar la cantidad exacta de decanos y directores que han excedido el periodo para el que fueron electos. Sin embargo, en el último año han llegado dos casos al Consejo que ejemplifican las consecuencias de la falta de elecciones.

1. Ocho centros universitarios se quedaron sin autoridades vigentes. Ante ello, el CSU designó a varios consejeros para dirigir cada uno de los centros hasta el 31 de enero de 2025. Los cargos fueron designados con 31 votos favorables. 

En esa ocasión, Osmín Pineda, representante del Colegio de Veterinarios se abstuvo de votar, indicando que la situación pudo ser evitada si el CSU permitiera la realización de las elecciones pendientes. 

2. La Escuela de Ciencias Políticas (ECP) también se quedó sin autoridades suficientes para poder tomar decisiones administrativas. En la USAC todos los consejos directivos de las unidades académicas están compuestos por siete personas y para tomar decisiones necesitan, cuanto menos, cuatro personas. 

Luego de la renuncia de Beatriz Bolaños como directora interina de la ECP, el consejo directivo de la escuela se quedó solo con dos personas y sin la posibilidad de que sus alumnos, docentes y egresados pudieran elegir a sus propias autoridades. Así el CSU intervino y nombró a:

  • José Rolando Samayoa Lara como director en funciones. Él fue nombrado non grato por la asociación de estudiantes de la ECP, por “sus nexos con Walter Mazariegos” y haber denunciado penalmente —sin fundamento, según la asociación— a un estudiante y dos autoridades.
  • Henry Arriaga como representante de docentes. Él ha sido decano de la Facultad de Derecho desde el 2021. Su decanatura le permitió integrar la comisiones para elegir a la actual Fiscal General. Arriaga le dio su voto a la candidatura de Consuelo Porras.
  • Byron Giovanni Mejía Victorio como representante de docentes. Él es actualmente docente de la Facultad de Ciencias Económicas.
  • Elvis Enrique Ramírez Mérida como representante de estudiantes. Él es estudiante de la Facultad de Humanidades.

Como puede verse en los casos anteriores, los actuales consejeros están imponiendo autoridades en vez de permitir los procesos democráticos que tiene la USAC. Esto les permite seguir contando con personas afines y no correr el riesgo de que estudiantes y trabajadores —inconformes con la actual administración—, elijan autoridades contrarias a los intereses de la rectoría.

Para Andrea Rodríguez, egresada de la ECP, la única persona perjudicada si se realizan nuevas elecciones sería Mazariegos. 

“Él no tiene apoyo de la comunidad estudiantil. Además, esta persecución en contra de personal, estudiantes y docentes genera aún más rechazo a su figura. Si la gente tiene claro quiénes componen su estructura, dudo que tenga un apoyo mayoritario de la comunidad universitaria”, agrega.

Un juicio exprés se prepara contra la resistencia universitaria

La no renovación de representaciones no es la única estrategia para mantener el control de la USAC. Si esa es una estrategia administrativa, la siguiente que impulsa el CSU actual es de represión. 

Actualmente están siendo criminalizados los estudiantes, docentes, sindicalistas y trabajadores que se opusieron durante más de un año a la elección fraudulenta de Walter Mazariegos como rector.

El 26 de enero el Secretario General, Luis Cordón, envió un informe al CSU, sugiriendo que se inicie un proceso de sanciones contra 37 estudiantes y 19 docentes vinculados a la resistencia universitaria.

Sin ningún problema, la alianza de Walter Mazariegos aprobó el informe con 22 votos. Esto abre la posibilidad de que los estudiantes y docentes puedan hasta ser expulsados de la universidad. 

Esta es la misma ruta que vivió Camilo García antes de ser expulsado como estudiante de Ciencias Químicas y Farmacia e integrante del CSU. Fue sancionado al dudar de la validez de Mazariegos para dirigir al CSU, ya que estaba “presidido por un usurpador”.

“Este va a ser un juicio exprés, donde el CSU será el juez, jurado y verdugo. En mi caso, a los 15 días ya estaba expulsado. No te dejan defenderte. Aparentan que todo es legal, aunque no tengan argumentos, pero pueden hacer lo que quieran porque tienen el control del Consejo”, dice.

La USAC es un reflejo a escala de lo que pasa en Guatemala. Con la diferencia de que acá la democracia no fue salvada y su institucionalidad aún sigue en peligro.

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3 comments
  1. Les sugiero quitar de la portada, la foto del Dr. Chang, Decano de la Facultad de Veterinaria, pues el de oposición en el CSU y está procesado en tribunales por oponerse al fraude.

  2. Es necesario que todos los uní ersitarios que no estamos en la USAC nos reunamos con el CSU y verifiquemos las fechas en que estos deben dejar sus funciones y retirarse, levantar acta notarial de como naneja la USAC EL DELINCUENTE RECTOR Y CELEBRAR ELECCIONES LIBRES PARA TODOS LOS PUESTOS QUE SON POR ELECCION, DECANOS, MIEMBROS DEL CSU, DEL IGSS JUNTA DIRECTIVA IGSS ETC. RECUPEREMOS LA USAC DE LAS GARRAS DE ESTOS CORRUPTOS E IMPUNES EN NUESTRA CALIDAD DE MIEMBROS DE LA USAC, COLEGIADOS ACTIVOS Y ESTUDIANTES VIGENTES. TOMAREMOS PACIFICAMENTE LA USAC.

  3. Estos desastres reales que se describen en esta nota SON ACCIONES SUFICIENTES PARA QUE EL
    PREDIDENTE AREVALO DEDPUDA A LA FG, TENGA O NO ANTEJUICIO, NO PUEDE TENER ABTEJUICIO UN FUNCIONARIO NOMBRADO QUE COMETIO DELITOS CON ABUSO DE AUTORIDAD.

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