Joviel Acevedo y la escuela de Izabal donde no lo ven, pero le temen

El líder de uno de los sindicatos más grandes y poderosos de Guatemala trabaja —o debería trabajar— impartiendo clases a estudiantes en una escuela primaria. Aunque cobra su salario completo, se presenta en raras ocasiones a su lugar de trabajo. Quienes deberían ser sus compañeros de trabajo le temen y hacen todo lo posible para evitar hablar sobre él.

Joviel Acevedo Ayala tiene 56 años. Y según el Ministerio de Educación (Mineduc),  lleva 37 años trabajando como maestro, pero ese dato no es del todo exacto.

A Acevedo se le conoce muy poco como maestro y mucho más como dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), el más grande del Mineduc. 

El pasado 3 de junio, durante una reunión para abordar la contratación de nuevos maestros, el diputado de Semilla, Alberto Sánchez, cuestionó a Acevedo por su liderazgo, el tiempo que lleva en el poder y su ausencia en las aulas. 

Acevedo respondió a medias y en tono amenazante: “Usted, con las preguntas que me está haciendo, óigame bien, me está violentando lo que establece el convenio 87 de la OIT; ninguna instancia del Estado puede estar interviniendo en las decisiones internas de un sindicato”.

Lo cierto es que Acevedo, además de sindicalista, es un servidor público y la información sobre sus funciones como maestro es de acceso libre para la población.  Pero hay muchos datos sobre su ‘trabajo’ que no quedan claros de su expediente.

Este es el primero de una serie de tres artículos —incluida una entrevista— para conocer a Joviel Acevedo Ayala, cómo se aferra al poder y por qué casi todos los presidentes de Guatemala se pliegan a sus peticiones.

Un trabajador que no trabaja 

La escuela ‘20 de Octubre’ está a un costado del parque central en el poblado de Morales, Izabal, a unos 250 kilómetros de la ciudad capital.

El nombre de la escuela honra al movimiento cívico-militar que llegó al poder en 1944, meses después de derrocar a la dictadura del presidente Jorge Ubico. Y se ubica frente al parque de Morales, en la calle Marco Tulio Maruzzo, que hace honor a un religioso italiano asesinado en Izabal durante el conflicto armado.

La escuela ‘20 de octubre’ está en el centro de Morales, a un costado del parque.
La escuela ‘20 de octubre’ está en el centro de Morales, a un costado del parque.

El establecimiento funciona por la mañana y tarde para atender a estudiantes de preprimaria y primaria. Y por la noche atiende a los estudiantes de básico.

En tiempos de Covid19, la escuela es solo un centro de coordinación para las actividades escolares, pues no hay clases presenciales. Es imposible entrar al lugar, protegido con un muro perimetral celeste y asegurado con alambre de púas.

En la primaria vespertina hay 252 estudiantes y 10 docentes. Uno de ellos debería ser Joviel Acevedo. A pesar de estar asignado a esa escuela, padres y madres de familia confirman que a Acevedo lo conocen por las noticias, pero no como maestro de la escuela. 

El líder sindical no se presenta al que supuestamente es su trabajo y tampoco pasa por procesos de evaluación. Los que deberían ser sus compañeros de trabajo le hablan como poca regularidad, pues él es un maestro que no enseña.

Los registros del Mineduc confirman que Joviel Acevedo cobra su salario completo.

En cambio, sí recibe su salario completo de más de Q7,500 cada mes, ademas de dos bonos anuales —aguinaldo y bono 14— y goza de vacaciones. Por otro lado, como sindicalista, goza de inamovilidad —no puede ser despedido— y tiene asignado un pick-up oficial del Mineduc para movilizarse. ¿Cómo lo logra?

De la guerrilla a las aulas y al sindicalismo

Joviel Acevedo cuenta que fue parte del Ejército Guerrillero de los Pobres, donde militó y se dedicó a la formación de cuadros políticos. Y luego, en julio de 1984, en medio del conflicto armado interno, se incorporó al magisterio nacional. 

Acevedo es originario de Usumatlán, Zacapa, pero sus tres puestos como maestro han estado en Izabal. Allí, a sus 19 años, empezó su carrera magisterial y su involucramiento en actividades sindicales. A principios de la década de los 2000 se convirtió en el secretario general del STEG.

Maria del Carmen Aceña, investigadora y exministra de Educación durante el gobierno de Óscar Berger (2004-2008), dice que el poder de Acevedo emana de su posición como dirigente sindical y de los privilegios que establecen los pactos colectivos de condiciones de trabajo suscritos entre el Mineduc y el STEG en los últimos años. Por eso es un maestro que no da clases y un sindicalista con privilegios.

“Yo, cuando era ministra, me negué a firmar el pacto colectivo porque me parecía un exceso desde diferentes puntos de vista: era insostenible financieramente, concedía privilegios para un grupo de sindicalistas y no garantizaba una mejora en la cobertura o calidad de la educación”, señala Aceña. 

Joviel Acevedo tiene un récord de más de 36 años de servicio en el magisterio

En la siguiente administración, de Álvaro Colom (2008-2012), todo cambió. El gobierno suscribió un pacto colectivo en abril de 2008, que estableció reajustes salariales, compensaciones en caso de suspensión por el seguro social, entre otras medidas de beneficio para maestras y maestros. Acevedo también se aseguró un beneficio clave: inamovilidad laboral para los directivos del sindicato.

Esa fue su salvación.

Y es que el líder sindical estaba metido en problemas. Se había ausentado de sus labores sin avisar ni pedir permiso durante tres años y medio —entre el 3 de enero de 2005 y el 29 de junio de 2008—. Por eso, desde la administración de Aceña, estaba en marcha un proceso legal para destituirlo.

El Juzgado Cuarto de Trabajo había dado luz verde para despedir a Acevedo en febrero de 2008 y la Sala Primera de Apelaciones había confirmado la decisión nueve meses más tarde, en noviembre. Finalmente fue destituido el 8 de diciembre de ese mismo año.

Apenas pasaron 11 días para que la ministra de Educación de esa época, Ana Ordóñez de Molina, lo reinstalara en su puesto. La funcionaria obedeció una decisión de la Junta Nacional del Servicio Civil —firmada por José Domingo Lemus Saenz, Mirthala Elizabeth Linaresa Morales y Enrique Arturo Córdova Pérez— y no hizo caso a la justicia. Su respaldo legal fue el pacto colectivo de trabajo firmado por el gobierno de Colom y Acevedo.

La ministra Ana Ordóñez de Molina ordenó la reinstalación de Acevedo, a pesar de ausentarse más de 3 años y medio.

Hablar sí, pero con miedo

En Morales nadie quiere hablar sobre Joviel Acevedo. Especialmente si se trata de cuestionar su liderazgo o hacer preguntas sobre su actividades docentes. 

El director de la escuela “20 de Octubre”, Jorge Duque, dijo que no podía responder preguntas sobre Acevedo. Por otro lado, dos docentes de la escuela sí aceptaron dar declaraciones pero bajo la condición del anonimato y en un lugar privado.

Una de esas personas dice que Joviel Acevedo ha conseguido aumentos salariales y otros beneficios para los docentes, pero considera que su liderazgo es “tóxico” y dañino para la educación.

“Si de verdad quisiera, él podría hacer más cosas para mejorar las escuelas y la situación de los niños, pero siempre se queda muy corto. Nos hemos preocupado porque (Joviel Acevedo) se para a la par de los presidentes corruptos y los defiende; ellos se roban el dinero de la educación, y no les dice nada. Es como si hubiera acuerdos políticos, pero no nos cuentan nada. Solo nos exigen que lo apoyemos sin hacer preguntas”. 

La otra persona afirma que el liderazgo de Joviel Acevedo no se puede cuestionar ni en la escuela ni en ninguna otra actividad magisterial. Si alguien se atreve a sugerir que se necesita un cambio de liderazgo, puede perder su trabajo o sufrir acoso laboral.

“Joviel Acevedo nunca está en la escuela. Y al mismo tiempo siempre está. Y es porque él tiene ojos y oídos en todas partes. Él se entera de lo que uno dice y por eso tenemos miedo. La mayoría de maestros queremos cuidar nuestro trabajo porque tenemos muchos gastos y deudas que pagar”.

El resto de compañeros de Acevedo se rehusaron a dar declaraciones, e incluso pidieron que no se mencionaran sus nombres.

Un expediente y muchas preguntas

En el expediente laboral Acevedo hay varios vacíos y en el Mineduc hay pocas explicaciones. La información que falta es clave para entender aspectos legales y operativos sobre las funciones del sindicalista. 

Después de ausentarse de sus labores sin avisar y sin permisos, lo que causó su despido, al sindicalista se le reinstaló en el puesto a finales de 2008. Sin embargo no existen registros de licencias sindicales para los años 2009, 2010 y 2011. Fue hasta 2012 cuando empezaron los permisos. 

Tampoco hay explicaciones sobre quién reemplaza a Joviel Acevedo en la escuela “20 de Octubre”. Y sobre todo, ¿quién paga esa plaza?

Es seguro que Acevedo seguirá sin dar clases —presenciales o a distancia—, debido a que no piensa renunciar a su privilegio como dirigente sindical. Incluso, ahora se negocia un nuevo pacto colectivo entre el Mineduc y el STEG.

La exministra Aceña cuestiona que el sindicalista siga negociando con los gobiernos de turno para afianzarse en el poder sindical y eso deja de lado la calidad educativa.

“Joviel Acevedo lidera un movimiento político que puede hacer grandes manifestaciones, erosiona las finanzas del Estado y no garantiza una mejor educación”, apunta.

El diputado del partido Semilla, Alberto Sánchez, reconoce el derecho del magisterio a tener un sindicato. Incluso, enfatiza en la necesidad de una sólida defensa de los derechos laborales de las y los maestros. Sin embargo, cree que Joviel Acevedo no cumple esa función.

“El señor Acevedo defiende sus privilegios y los de un reducido grupo de maestros que forman parte del STEG, pero el sistema educativo nacional está abandonado. No podemos permitir que los docentes y los estudiantes sigan en esas condiciones. Eso lo tenemos que cambiar”, apunta.

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3 comentarios
  1. Hay que indagar que banwuito y que funcionarios que ahora trabajan en otro banco fel sistema. Le entregaban a esta lacra dinero en efectivo pra evitar llevsrsr las cuentas de maestros.

  2. Les faltó indagar que les sucedía a los secretarios generales departamentales cuándo se oponen a las decisiones unilaterales de Joviel caso Daniel Solares y Bernardo Caal de Alta Verapaz, Otto Quintana de Retalhuleu los casos más sonados a lo interno del Sindicato cabe resaltar que son los secretarios generales departamentales quienes votan para que Joviel esté al frente del STEG y no los maestros afiliados al STEG por eso es que Joviel cada dos años se reelige como se establecen en los estatutos del sindicato intimida con perseguirlo y destituirlo al secretario que se oponga como lo está haciendo en este año de elecciones en contra del secretario general del departamento de Retalhuleu Otto Quintana y lo preocupante es que él sólo le giŕó la orden a la Ministra y esta lo está haciendo a través de la DIGECOR como consta en documentos por eso decimos en Reu que el Ministro de Educación Vitalicio se llama Joviel Acevedo a eso se debe la contratación de 5,000 maestros a nivel nacional para seguir chantajeando a los trabajadores del renglón 021 (la pita más delgada )

  3. El diputado ALBERTO SÁNCHEZ de Semilla, debe tener claro primero la ley de sindicatos, lo cual evidencia es un completo y grandioso ignorante, el pseudo
    Diputado podría decir misa, pero nadie es superior a la ley y a estatutos internos de cada organización. Publíquese y cúmplase.
    Segundo, aunque sea un diputotitere más en el sistema político guatemalteco, no puede emitir opinión porque no es miembro activo, ni reconocido por steg anm.
    Tercero, la educación es no es problema de Joviel Acevedo, la educación es un problema de usted papá, usted mamá que indiferente a la problemática y no sale a manifestar su inconformidad, usted diputado que transa la educación y se huevea el dinero de los alimentos, escritorios, textos, libros, computadoras, Internet, material didáctico, pago de salarios dignos para personal administrativo, técnico, operativo, maestros, que no pasa la ley de jubilación digna para el magisterio pero que si le chupa la verga a los militares.

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