¿Por qué los políticos atacan a las organizaciones sociales?

En la campaña electoral seguramente escuchaste a uno que otro político hablando mal de las agencias internacionales y las organizaciones sociales que trabajan en el país. ¿Por qué lo hacen? Te lo explicamos ahora.

En países como el nuestro, con un Estado tan débil y con tantos problemas sociales, las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) juegan un papel fundamental. 

Estas organizaciones no tienen fines de lucro y se involucran en todo tipo de causas. Acompañan a mujeres que han sido víctimas de violencia, buscan llevar servicios de salud y educación a las áreas más alejadas del país o proteger bosques y animales en peligro, por citar solo algunos ejemplos.

Su trabajo es vital porque aportan soluciones en las áreas en las que el Estado no está haciendo lo suficiente para mejorar las condiciones de vida en el país. ¿Por qué entonces los políticos en vez de trabajar con ellas, las convierten en blancos de sus ataques?

Hay al menos tres razones para explicarlo:

  1. Las organizaciones son una voz incómoda para el poder. Como las organizaciones sociales conocen los problemas del país de primera mano muchas veces ponen en evidencia el mal trabajo de los políticos o las medidas ineficientes con las que intentan maquillar los problemas del país. Obviamente a los políticos eso no les gusta y por eso las acusan de querer “desestabilizar al país”.
  2. Las organizaciones dan apoyo a los grupos a los que los políticos quieren callar. Muchas de las organizaciones dan respaldo y acompañamiento legal a grupos a los que los políticos consideran “sus enemigos”. Por ejemplo, ayudan a líderes campesinos o periodistas que son perseguidos. Ese apoyo es vital para que muchas veces puedan ganar juicios en contra del mismo Estado o continuar su trabajo con mayor seguridad. Por esa razón los políticos también ven en ellas a un enemigo.
  1. Las organizaciones investigan y fiscalizan a los políticos. Muchas veces las organizaciones sociales hacen el trabajo de las instituciones que deberían vigilar e investigar cómo se están utilizando nuestros impuestos. Con frecuencia estas organizaciones evidencian el mal uso de los recursos e incluso sacan a luz posibles casos de corrupción gubernamental.

Por estas tres razones es que escucharás a los políticos generando mucha desinformación en contra de las organizaciones sociales y quienes las dirigen. Te dirán que quieren imponer una agenda internacional en contra de nuestros valores, cuando en realidad solo contribuyen a buscar soluciones a los problemas locales. Incluso te dirán que nadie las fiscaliza cuando muchas de ellas tienen estándares mucho más altos de rendición de cuentas que los que manejan los mismos partidos políticos.

Por eso la próxima vez que escuches a un político decir que las ONGs son las responsables de nuestros problemas, mejor exigirles propuestas para que el Estado y las organizaciones puedan trabajar de la mano.

*No te van a engañar es una serie de Quorum para combatir la desinformación. Fue creada con el apoyo de Hivos América Latina.

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