Por primera vez una fiscal general provoca un paro nacional

En 28 años de existencia del Ministerio Público ha habido 12 fiscales generales y ninguno estuvo en el centro de protestas masivas a nivel nacional como lo estuvo hoy Consuelo Porras.
Ilustración: Herbert Woltke

48 Cantones demostró una vez más su poder de convocatoria. El Paro Nacional de este 29 de julio nació cinco días atrás cuando las autoridades indígenas de Totonicapán, anunciaron el paro como reacción a la destitución de Juan Francisco Sandoval. 

En cinco días la jefa del Ministerio Público (MP) hizo poco por mejorar su imagen y justificar la legalidad de su decisión. El presidente Giammattei tampoco ha hecho más que negar los señalamientos que lo vinculan con comisiones ilícitas y con favores penales para sus allegados.

Sin respuesta de las autoridades y con más señalamientos en contra de la presidencia y la jefatura del MP, la inconformidad social creció. A la convocatoria a Paro Nacional se fueron sumando más autoridades indígenas, organizaciones sociales, movimientos universitarios y empresas privadas. Si bien no ha sido un paro total como el de 2015, el malestar ciudadano fue más que evidente y se registraron protestas en medio centenar de puntos diferentes en todos los departamentos. 

No hubo actos violentos aunque el ministerio de Gobernación intentó responsabilizar a las protestas de un accidente de tránsito en Escuintla y tachó de “provocaciones” la quema de llantas frente al MP.

Autoridades indígenas, estudiantes y líderes religiosos

La respuesta de las comunidades mayas y xincas no sorprende dado que históricamente han salido a protestas en los momentos críticos del país. Sin embargo cabe recordar que la relación entre el Estado y las autoridades indígenas ha sido tensa durante este gobierno. Sobre todo tras la respuesta agresiva de Giammattei, en julio de 2020, a las autoridades de San Juan Comalapa.

Los movimientos estudiantiles también se hicieron presentes. No solo la Asociación de Estudiantes Universitarios Oliverio de León, de la Universidad de San Carlos; sino también Landivarianos y Acción Devalleriana, agrupaciones de estudiantes de universidades privadas que en los últimos años han ganado protagonismo en las protestas sociales.

Otro papel clave en esta jornada lo jugó la Iglesia Católica. Esta vez la convocatoria a manifestar no nació desde la feligresía sino de las autoridades eclesiales. La Conferencia Episcopal de Guatemala ya había rechazado la gestión de Porras en un comunicado y luego varios arzobispos locales convocaron a protestar.

En Quiché, el obispo Rosolino Bianchetti, incluso dirigió un mensaje a quienes se encontraban protestando.

Cabe destacar que el empresariado tradicional, representado en CACIF, no fue parte del paro y pese al rechazo que hicieron en varios comunicados, la protesta se llevó a cabo. 

Pasado medio día bajo una lluvia persistente, las protestas que se concentraron frente al MP se movilizaron a la Plaza de la Constitución. Hasta el momento este ha sido el mayor pronunciamiento estatal en respuesta a las demandas ciudadanas. 


Tras las protestas de noviembre pasado, reprimidas brutalmente por el gobierno, esta puede ser considerada la primera gran protesta nacional contra el gobierno de Alejandro Giammattei y sobre todo, contra Consuelo Porras, la primera fiscal general que provocó un paro nacional.

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