Aunque aún no ha iniciado el proceso electoral, Roberto Arzú lleva varios meses promocionando su imagen. Está en casi todas las redes sociales pero en dónde más actividad tiene es en TikTok y en Facebook, donde lanzó su propio programa: Disruptivo.
En su sitio web ya enlista seis promesas de campaña y en sus videos cortos suma otras tantas promesas más.
Dentro de estos ofrecimientos destacan los que implicarían una gran inversión del Estado para hacerlas realidad.
1. Energía gratis
La promesa: El Estado usará los impuestos para que nadie pague por el servicio de energía eléctrica durante 10 años.
La inversión: Entre los pequeños usuarios se consumen 5,465 GWh (gigavatio hora = mil millones de vatios) al año. Con los valores actuales se necesitaría una inversión de Q7 mil 104 millones.
2. Bono para pagar la U
La promesa: Habrá un bono de Q1,200 mensuales para los estudiantes universitarios (sin importar en qué universidad estén).
La inversión: En 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística, se matricularon 400,213 personas. Suponiendo que el pago sólo se da durante 10 meses cada año, se necesitarán Q4 mil 802 millones. Eso es más del doble del presupuesto que actualmente recibe la Universidad de San Carlos.
3. Agua en todas las casas
La promesa: Mientras la crisis por la escasez del agua crece en todos los países, el candidato propone que llevará agua potable a todas las viviendas.
Inversión: Según palabras del propio Arzú, este es su plan: “Guatemala tiene US$21 mil millones en reservas internacionales y vamos a agarrar 2 mil millones para llevar agua potable hasta el último rincón con captación de agua de lluvia masiva”.
Promesas que pintan mal
Para el economista y banquero de inversión, José Luis Moreira, las propuestas no solo son poco viables sino riesgosas.
Explica que en el caso del pago por la energía eléctrica: “El gobierno tendría que destinar el 6.7% del Presupuesto General de la Nación. Es decir, el equivalente al presupuesto del Ministerio de Comunicaciones. Esto es solo por un año de energía eléctrica, hacerlo por diez años es imposible, implicaría la quiebra del país”.
No menos riesgosa y problemática sería la utilización de reservas internacionales. Primero, porque el Banco de Guatemala tiene prohibido darle financiamiento al gobierno central y luego porque el gobierno no debería intervenir en las decisiones del mismo banco.
A estas tres promesas de Roberto Arzú que parecen inviables, habría que sumar otra que incluso desde la parte técnica parece imposible. El candidato ofrece construir un millón de viviendas nuevas durante su gobierno pero eso implicaría construir 684 casas diarias sin parar un solo día.
Roberto Arzún ha sido presidente del club de fútbol Comunicaciones y propietario de algunos restaurantes. También fue nombrado por Jimmy Morales como “Embajador para negocios en América del Sur”.
solo el cree en sus propuestas, claramente solo que uno este ya pagado puede apoyar tales ridiculeces, en donde se puede apoyar que el ejercito salga a las calles y que eso va a dar seguridad al pueblo de Guatemala, quieren otra atrocidad como el conflicto interno armado, la educación jamás la van apoyar pues la ignorancia para el pueblo es como el opio o la droga para el adicto, le ayuda a no ver la realidad y a seguir siendo dependiente de un gobierno sin escrúpulos, hasta que el pueblo no se levante no tendremos un mejor país