La justicia es lenta en Guatemala y en el caso de Hillary Arredondo los pocos avances que hay, se deben al esfuerzo de las y los vecinos por encontrar justicia.
El 17 de enero de 2021, la pequeña Hillary y su mamá fueron de visita a la casa de su abuela, en la colonia El Milagro, en Tiquisate, Escuintla. Esa noche fue raptada y se activó una alerta Alba-Keneth para intentar localizarla.
Los mismos vecinos de la familia decidieron revisar las cámaras de seguridad de la zona y pudieron identificar a un hombre, Antonhy Hernández, a quien señalaron de ser el responsable del secuestro.
Luego fueron a su casa y lo amenazaron para que revelara dónde estaba la menor. Así fue como encontraron el cuerpo, que estaba escondido en una plantación de hule. El raptor también identificó a sus cómplices: Jonathan Rivera y Gabriel Vásquez. Ambos le habrían pagado Q300 a cambio del secuestro.
Fue gracias a los vecinos que el MP y la PNC lograron capturar a los tres hombres. La audiencia preliminar en la que fueron ligados a proceso se llevó a cabo el 29 de enero del año pasado. Desde entonces los avances han sido pocos y aún no hay una condena.
Los tres implicados en el caso fueron enviados a juicio el pasado 10 de enero; enfrentan cargos por los delitos de plagio o secuestro y violación con agravación de la pena en circunstancias especiales de agravación y femicidio.
Un año después del terrible asesinato y violación de la menor, familiares, vecinos y amigos se reunieron en el Parque Central de La Democracia, Escuintla para recordar, honrar y exigir justicia para Hillary Arredondo.