En las comunidades de la zona norte de Santa Rosa, el agua, un recurso esencial para la vida, se ha convertido en un lujo que pocos pueden asegurar de manera constante y confiable. La escasez de agua ha dejado a las familias luchando cada día por acceder a un suministro limitado, costoso y de calidad cuestionable. El problema solo se agrava ante la falta de atención de las autoridades locales y nacionales.