El líder de uno de los sindicatos más grandes y poderosos de Guatemala trabaja —o debería trabajar— impartiendo clases a estudiantes en una escuela primaria. Aunque cobra su salario completo, se presenta en raras ocasiones a su lugar de trabajo. Quienes deberían ser sus compañeros de trabajo le temen y hacen todo lo posible para evitar hablar sobre él.
El periodismo primero brinda el privilegio de ser testigo directo de los hechos que marcaron la historia. Luego, la responsabilidad de narrarlos. Ambos factores, privilegio y responsabilidad, han marcado la vida de Harris Whitbeck en más de 30 años de carrera periodística.